Y más Praga Bohemia

El río Moldava con sus embarcaciones, sus cisnes, es realmente bello a sus pies, Bohemia, con tanto arte, que parece que respiras algo mágico,  por toda la ciudad encuentras pintores, especialmente en el Puente Carlos con sus esculturas enormes y sus historias especiales, también encontrarás cantantes, algunos solos, otros en grupos; también hay en puntos establecidos, ferias gastronómicas, ferias de artesanías, muchas pinturas en todos los estilos. También están las tabernas, de todos los tipos, con la bebida de sabor nacional, que aquí es la cerveza, dicen que aquí, muchos empiezan su día con una cerveza, es común ver a la gente por la calle tomando una cerveza, pero a decir verdad, no vi personas embriagadas, parece que mantienen un consumo adecuado.

Hay también varios Centros Comerciales, donde puedes encontrar absolutamente todo, uno enorme es el Palladium, también hay supermercados, con todos los comestibles necesarios, los precios en general son muy buenos.  Si alguien quiere viajar para comprar ropa exclusiva, este es un muy buen lugar, ropa exclusiva, de muy buena calidad y muy buen precio.

Hay más cosas que se van descubriendo a medida que uno avanza, así que encontramos por allí, una escultura de un caballo, puesta de cabeza colgada del techo,  una escultura de una niñita leyendo un libro, puesta en  lo alto de una gran columna, brujas de todos los tamaños, museos de cera, calabazas por doquier, realmente es un sueño del que no dan ganas de despertar.

Hay muchísimos espectáculos, teatro, ópera, magia y más.

Aquí toca colocar los datos de Praga:

Idioma: checo

Moneda: Czech Koruny, coronas checas (czk)

Cambio: 1euro=27czk

Hola/Chao : Ahoj (ajoi)

Buen día: Dobry  den  (dobri den)

Hasta Luego: Nashledanou (nasjledanou)

Gracias: Diky (diki)

Por Favor/ De nada: Prosím (prosim)

Perdón: Pardon (pardón)

Si: Ano (ano)

No: Ne (ne)

Respecto a los tickets, se compran de acuerdo al tiempo que se usará el servicio, si es por 30 minutos, compramos el ticket de 24 czk, si es  por 90 minutos, 32czk, también se puede comprar por 24 horas 110 czk y hasta por tres días, cuyo costo es de 310 czk.

Se acabaron nuestros días en Praga, ahora iremos rumbo a Bratislava – Eslovaquia , pero aprovecharemos de pasadita para visitar durante el día, Vienna, entonces, nuestro siguiente viaje es rumbo a Vienna!.

 

 

 

Más Praga

Es realmente un sueño estar aquí,  parece  que por alguna puerta mágica hemos entrado a un cuento de hadas, donde todo está repleto de castillos, princesas y caballeros, es  tan bonito, que si no fuese por el frío que nos han contado es muy fuerte, me encantaría quedarme más tiempo, pero estamos a 22 de setiembre, sale el sol y calienta un poco, por si acaso llevamos siempre un poco de abrigo, no hay nieve en esta temporada.

Con el Tour que tomamos, conocimos el famoso Reloj Astronómico, único en el mundo, nos sorprendió que a quien  lo hizo, le quemaron los ojos, para que no pudiese hacer otro igual en el mundo, conocimos el Puente Carlos y luego pasamos muchísimas veces por allí, dimos de comer a los  cisnes que hay en el Río Moldava, río que divide la ciudad en dos.

En los días siguientes pudimos conocer:

  • La Catedral de San Vito
  • El Castillo de Praga
  • El cementerio de Vysehrad
  • El cementerio Judío
  • Cabeza gigante de Kafka
  • Museo de Kafka
  • Estatuas de bebés sin rostro
  • Iglesia del Niño Jesús de Praga
  • El Teatro Nacional Narodni Divadlo
  • El parque Letna
  • Dancing House
  • El muro de Lennon

En el muro de Lennon, puedes llevar alguna pintura o aerosol y pintar lo que quieras, es una experiencia muy bonita.

A lo largo de la ciudad, en algunas zonas, hay una mano de metal incrustada en la pared, es para señalar que en ese lugar, mataron muchos judíos.

En los parques hay basureros para que las personas echen las «cosas» que hacen sus perritos, pero también hay dispensadores de bolsas de papel para tal fin, los perros si pueden subir al metro, pero creo que el dueño debe pagar su pasaje.

Algo muy importante, es que cuando subas a los tranvías o buses, tengas tu boleto y lo  chequees en las máquinas  que hay en todos los buses, porque si no lo haces, es posible que suba un señor revisando los boletos chequeados y si no lo tienes así, te colocan una multa muy grande, porque asumen que estás intentando viajar gratis, y allí, las multas sí se cobran. Debes tener en cuenta también, que en los buses hay estas maquinitas para chequear boletos,  no siempre tienen la maquinita de vender boletos, y si la tienen funciona sólo con coronas checas, así que para evitar problemas, mejor compras afuera, en las máquinas que hay en los paraderos.

La comida es deliciosa, una de los platos que nos gustó más, es el Goulash, es un guiso de carne servido dentro de un pan grande a manera de cacerola, aún que yo sólo comí el pan con el juguito, quedé encantada, comimos también el tradicional Trdlnik, es una preparación de harina como de buñuelo que se coloca enroscado en un tubo que gira al carbón, es  dulce y muy rico.

Vimos chocolaterías inmensas, parecían tiendas de juguetes, pero todo era de chocolate, decían que era chocolate Belga.

Visitamos también, aunque sólo por fuera, «Masarykova Kolej» que era el lugar donde Ximenita, hizo su intercambio y que permitió que como aleteo de mariposa, causase toda una serie de eventos que nos tienen aquí, disfrutando de un sueño, hecho realidad.

 

 

República Checa – Praga

Estamos ya en la estación de buses,  nuestro pasaje es en Flix Bus, a las 17:15, ahora ya estamos familiarizados con el sistema, así que esperamos a que llegue el bus al paradero designado, chequearon nuestros pasajes, dejamos nuestro equipaje en la maletera del bus, y subimos a acomodarnos. No marcan el equipaje, ni te dan ningún recibo, y al llegar al destino cada quien recoge su maleta y ya, en todos los viajes que hicimos no vimos la pérdida de ningún equipaje. Todos los buses tienen cargadores para celulares o pc, tienen servicio de wifi todo el trayecto y no tienen televisores.

Llegamos a Praga a las 21:45, a la estación de buses de Florenc, de allí debíamos ir a la casa de Mileyka Moreno, nuestra anfitriona de airbnb,  debíamos tomar el tranvía y para ello, debíamos tener coronas checas, por lo que cambiamos 5 euros en la estación Florenc, nos dieron 130 czk, buscamos las máquinas amarillas que venden los tickets y compramos 2, de 24 czk cada uno, tomamos el tranvía, bajamos en Zelená,  y según las indicaciones que ahora si teníamos en el google maps del celular, empezamos a ir en dirección a la casa de Mileyka, nos estaba esperando su hija, nos enseño nuestra habitación, era grande y muy bonita, nos esperaron con café y galletas, además vimos la cocina, muy acogedora, y el baño  al igual que en Berlín, separada, la ducha y lavabo en un ambiente y la taza de baño propiamente dicha, en otro ambiente.

El precio por los 7 días para los dos, fue de 220 euros, influye en los precios, si es temporada alta o baja, así que se debe tener en cuenta a la hora de viajar. El sistema de Airbnb, según la casa elijas, según el presupuesto que manejes, te permite gastar un poco menos, pues además tienes acceso a la cocina, con lo que puedes preparar algunas comidas, sea por ahorrar o porque tienes una dieta especial, en mi caso, soy vegetariana y pese a que aquí en Europa la oferta para vegetarianos y veganos es mayor, el poder usar la cocina, me hacía sentir mucho más cómoda, y lo que para nosotros fue muy especial, es que conoces gente que vive en el lugar,  que te cuenta cosas, puedes ver cómo vive realmente, en cambio los hoteles, tienen otras ventajas, pero las esquemas son parecidos en todas las ciudades, así que si quieres sentirte como alguien del lugar que visitas, una buena opción es Airbnb. Muy recomendable.

Dormimos como angelitos, al día siguiente conocimos a Mileyka, fue muy agradable, ella era de Panamá,  así que con ella pudimos hablar en castellano y compartir un poco  más.

Fuimos al centro para hacer nuestro acostumbrado Free Walking Tour, para ubicarnos mejor en la ciudad, pues teníamos planeado quedarnos hasta el 28 de setiembre

 

 

Berlín

Llegamos al terminal de buses como a las 21 horas, pues nuestro bus, PolskiBus, salía a las 22:15 con destino a Berlín y preferimos estar con anticipación, pero esta vez se retrasó más de 1 hora, estábamos un poco desconcertados, pues el sistema de buses no es como aquí, allí casi todos los boletos se compran por internet, y las empresas de buses no tienen oficinas en los terminales, por lo tanto no hay encargados de las empresas con quienes conversar, pero finalmente llegó. Por cierto, no se venden números de asiento, cada quien ocupa los lugares a medida que se llena el bus, el precio por cada pasaje fue de 145 zl, como 32 euros.

El viaje fue cómodo,  viajamos toda la noche,  durante el camino atravesamos varias ciudades, en las que embarcaba y desembarcaba gente, finalmente llegamos a Berlín más tarde de lo previsto.

Cuando bajamos del bus, fue un poco difícil orientarnos,  para empezar no hice algo que luego era obligación, abrir  en el Google Maps  todos los lugares a los que llegaríamos para conocer su ubicación, pues ya luego, aunque no tengamos internet, teníamos toda la información en el celular, pero no lo hicimos, debíamos llegar a una casa de airbnb, teníamos la dirección, teníamos también las indicaciones para tomar el tren y llegar a esa dirección, pero era complicado ubicarse, finalmente conseguimos la ayuda de un amigo que hablaba inglés, y que casualmente iba en la misma dirección que nosotros, así que compramos boletos en las máquinas expendedoras, y nos subimos al tren, conversamos con él y nos contaba que él conocía América del Sur, pues en su país, puedes elegir entre hacer servicio militar, o participar en alguna misión de ayuda, es así que el eligió un voluntariado en Bolivia, nos bajamos del tren y siguiendo las indicaciones, llegamos al departamento de airbnb, nuestro anfitrión era Piotr Tomaszewski, un joven que estudiaba farmacia, así que éramos medio colegas. El costo por una noche en el departamento era 70 euros. En Berlín todo es en Euros, el pasaje en tren del terminal al departamento costaba 2.70 cada uno.

Hoy ya es martes 20 de setiembre, Iván ahora si tiene 50 años,  es su cumpleaños y estamos en Berlín¡¡¡.

El departamento es bonito, nos bañamos, preparamos algo en la cocina, y salimos a nuestro Free Walking Tour, fue Fernando nuestro guía, un joven español, que nos hizo vivir la historia, empezamos en la Puerta de Brandenburgo, visitamos lo que quedaba del muro de Berlín, la ciudad tiene marcado el trayecto del muro, no lo han borrado, el famoso Checkpoint Charlie, lugar por donde se podía pasar hacia el otro lado del muro, muchísima historia, hay muchísimos lugares que conocimos y que están repletos de historias, por toda la ciudad hay varios lugares donde venden souvenirs, uno debe tener cuidado, pues a diferencia de Cracovia, aquí si hay personas que venden cosas en la calle, como ambulantes y también hay cierto índice de delincuencia, por lo que uno debe ser precavido, claro que no se asemejan ni por asomo al tipo de problema que tenemos en Perú.

Visitamos unas tiendas donde vendían chocolate, y donde se podían apreciar esculturas de chocolate muy grandes, de muchísimas formas, barcos, aviones, la puerta de Brandenburgo, etc , muy bonitas y claro, muy ricas!.

Quizás Berlín es el lugar donde he visto las personas más altas, las bancas de los parques más largas, todo me parecía muy grande. Aquí las bicicletas son un medio de transporte muy común, por donde veas hay estacionamiento de bicicletas, hay montón de ciclistas,  nuestro guía decía que un ciclista Alemán prefiere atropellarte a llegar tarde a su trabajo, así que, debíamos tener cuidado, era sorprendente ver el mar de ciclistas, muchos de ellos con ternos, chicas con vestidos, faldas, tacos, sin ningún problema, manejando su bici.

El día que llegamos y salimos de la estación del bus, eran como las 9 de la mañana, y sorprendía la cantidad de gente que caminaba por las calles, imagino en dirección a sus oficinas, parecían ejércitos inmensos de gente apurada, de rostro serio, con maletines, ternos y faldas y tacos, no provocaba preguntarles nada, pues parecía que volaban. Otra cosa curiosa, fue que cuando llegamos, para orientarnos mejor,  buscamos un lugar donde comer algo, solo para poder usar el wifi del local, vimos un Dunkin’Donuts,  pero cuando le preguntamos, no tenía señal de wifi, vimos otro local grande y bonito, entramos y pedimos algo, y cuando preguntamos, tampoco tenían señal de wifi, así que es mejor comprar datos que te permitan tener internet en tu celular, o descargar todo lo necesario antes de arribar al lugar nuevo, que fue lo que nosotros hicimos.

Caímos rendidos en la noche y al día siguiente, miércoles 21 de setiembre,  seguimos paseando, comimos algunas cosas ricas, los precios son regulares, no tan baratos como en Cracovia, lo que comíamos siempre donde íbamos, eran helados,  así que aquí una buena bola de helado, cuesta 1.50 euros.

Los chicos, mis hijos, nos decían que era bueno saber algunas palabras básicas, en este caso del alemán, así que  repasamos  la relación que nos enviaban antes de llegar a Berlín, la transcribo:

Hola: Hallo(jalo)

Chao

Buen día: Guter Tag

Hasta luego: Auf Wiedersehen (auf vidersen)

Gracias: Danke

Por favor/ De nada: Bitte (bite)

Perdón: Entschuldigung (enshuldigun)

Si:  Ja (ya)

No: Nein (nain)

Y se pasó el día,  nuevamente rumbo a la estación,  omnibusbahnhof, pues a las 17:15, partimos a Praga.

Fábrica de Schindler

Hoy es Lunes 19 de setiembre, vísperas de los 50 años de Iván, hoy tenemos reservaciones para visitar la Fábrica de Oskar Schindler a las 11 de la mañana, así que hoy sí pudimos disfrutar del desayuno que ofrecía el Hostal donde estamos, fue muy rico, teniendo como fondo el río Vistula. Alistamos todas nuestras cosas, las dejamos ya en recepción, pues en la noche debíamos partir a Berlín.

Salimos en dirección a la fábrica de Schindler, debíamos caminar más o menos 50 minutos, salimos muy abrigaditos, pues estaba haciendo mucho frío y había llovizna. Llegamos, había una gran cola, pero como teníamos reservación, nos hicieron pasar, nuevamente fuimos transportados en el tiempo, parecía que eramos parte de esa película con Liam Neeson, pero nada de lo que pudiesemos imaginar, podría equipararse a lo que sufrieron los judíos que vivieron  en el getto. Visitamos toda la fábrica de Schindler, es muy grande, con muchísima información, fue nuevamente muy impresionante lo que vivimos aquí.

Luego salimos, fuimos a un cementerio judío, donde los hombres para entrar, en señal de respeto deben cubrirse la cabeza, era muy especial el estar allí, se respiraba un no sé qué, todas las tumbas tenían acomodadas, muchísimas piedrecitas, de todas las formas, tomé una con la intención de llevarla de recuerdo, pero felizmente la dejé en su lugar, pues luego nos enteramos que una costumbre judía, es dejar una piedrecita como recuerdo de la visita, es como dejar una flor, pero esta no se marchita, también eran deseos de la gente que los visitaba.

Más tarde nos encontramos con Isabella, y un grupo de turistas, para el Free Walking Tour, visitamos todo lo referente a la vida de los judíos, visitamos sinagogas, visitamos la plaza de las sillas, en el gueto de Cracovia, también nos contó la historia poco conocida sobre la Farmacia del Aguila,  Apteka pod Orlem, que fue como una tabla de salvación para muchos judíos,  el farmacéutico pudo haberse ido, pero decidió quedarse y ayudar, estaba ubicada justo en el gueto y salvó muchos judíos.

Para comer hay muchos restaurantes, todos son lindos, ofrecen  muchas sopas tradicionales, son muchísimos tipos, con carnes, con embutidos, con verduras, con menestras, etc.,  los tradicionales zapiekanka, con mucha variedad de ingredientes, también la Krakamburguer. También hay supermercados y mercados, donde podemos encontrar todo tipo de comida, panes, frutas, verduras a buen precio y de buena calidad,  aún si es un mercado de verduras, igual todo es limpio, ordenado, siempre con boleta.

Tristemente, se nos va acabando el tiempo en Cracovia, ya de noche volvimos a recoger nuestras cosas del River María y como todo el día, muy abrigaditos y con la misma llovizna, nos encaminamos al Terminal de Buses, para partir, hoy por la noche a Berlín.

Auschwitz

Teníamos reservaciones para visitar Auschwitz a las 8 de la mañana del domingo 18,  Ximenita ya nos había comprado dos pasajes para trasladarnos del Terminal de Buses a este campo de concentración, salía a las 6:20 y llegaba a las 7:45, entonces, el domingo nos levantamos tempranito, alistamos un refrigerio de sándwiches y algo de fruta, y decidimos ir a pie al terminal, salimos como a las 5, estaba completamente oscuro,  el tiempo era el apropiado para llegar a tiempo, pues ya sabíamos que todo era puntual, pero, en el camino, cambiamos sin darnos cuenta una ruta y de pronto, nos dimos cuenta que estábamos lejísimos, usamos el google maps y empezamos a correr, pues ya era tarde, corrimos como media hora, pero valió la pena, llegamos 6:14, así que reasustados, cansados y sudorosos, tomamos a tiempo el bus, que partió a las 6:20 en punto.

Atravesamos muchos lugares, el viaje fue muy tranquilo, habían varias paradas en  las que bajaba y recogía gente, los lugares eran bonitos, y la música?, bonita también, parece que al conductor del bus le gustaba la música en Inglés de los 80, así que era muy familiar.

Llegamos a la hora indicada, a las 8:00 abrieron las puertas e ingresamos al mayor campo de concentración de la época Nazi, fue realmente impresionante. Al ingresar revisan los bolsos, uno no puede ingresar con bolsos muy grandes, si  es el caso, deben quedarse en custodia y pagar un derecho de 3zl, si uno desea puede contratar un guía en el idioma que uno desee, hay también unos audio guías, audífonos con toda la información, en el idioma que uno requiera, o también puede pasear libremente por todo el campo de concentración, pues en todos ellos hay leyendas que explican todo, en inglés y en polaco. No elegimos guía, ingresamos y era sorprendente estar allí, ver esa reja de ingreso que la hemos visto tantas veces en películas, nos transportaba en el tiempo, pero en realidad, el haber estado allí, fue tan conmovedor, a medida que avanzábamos, a medida que íbamos descubriendo uno a uno los pabellones, viendo los uniformes,  las atrocidades que allí se cometieron, sus ropas, sus enceres, sus cabellos; la cantidad inmensa de fotografías de las víctimas de este holocausto, sólo nos sobrecogían, pese a que todos tenemos idea de lo que sucedió allí, era como tocar con nuestras manos algo muy doloroso y vergonzoso. Salimos de allí luego de 3 horas más o menos,  si uno deseaba, podía tomar otro bus  que lo acercaba a otro campo de concentración cercano,  pero ya no quisimos hacerlo.

Comimos algo, y esperamos un bus que nos llevaría de retorno al terminal de donde partimos, este pasaje se pagaba al conductor y costaba 14  zloties cada uno. Llegamos al terminal, fuimos por el centro de Cracovia y buscamos un restaurante para almorzar, un menú muy rico, era una sopa calientita  y un segundo y costaba 18 zl cada uno. Pese a que hacía frío, los helados son el alma de cada lugar, así que un buen barquillo, costaba 3,5 zl.

Paseamos más, es un placer caminar en una ciudad tan bonita, regresamos cansadísimos y a dormir.