Llegamos al terminal de buses como a las 21 horas, pues nuestro bus, PolskiBus, salía a las 22:15 con destino a Berlín y preferimos estar con anticipación, pero esta vez se retrasó más de 1 hora, estábamos un poco desconcertados, pues el sistema de buses no es como aquí, allí casi todos los boletos se compran por internet, y las empresas de buses no tienen oficinas en los terminales, por lo tanto no hay encargados de las empresas con quienes conversar, pero finalmente llegó. Por cierto, no se venden números de asiento, cada quien ocupa los lugares a medida que se llena el bus, el precio por cada pasaje fue de 145 zl, como 32 euros.
El viaje fue cómodo, viajamos toda la noche, durante el camino atravesamos varias ciudades, en las que embarcaba y desembarcaba gente, finalmente llegamos a Berlín más tarde de lo previsto.
Cuando bajamos del bus, fue un poco difícil orientarnos, para empezar no hice algo que luego era obligación, abrir en el Google Maps todos los lugares a los que llegaríamos para conocer su ubicación, pues ya luego, aunque no tengamos internet, teníamos toda la información en el celular, pero no lo hicimos, debíamos llegar a una casa de airbnb, teníamos la dirección, teníamos también las indicaciones para tomar el tren y llegar a esa dirección, pero era complicado ubicarse, finalmente conseguimos la ayuda de un amigo que hablaba inglés, y que casualmente iba en la misma dirección que nosotros, así que compramos boletos en las máquinas expendedoras, y nos subimos al tren, conversamos con él y nos contaba que él conocía América del Sur, pues en su país, puedes elegir entre hacer servicio militar, o participar en alguna misión de ayuda, es así que el eligió un voluntariado en Bolivia, nos bajamos del tren y siguiendo las indicaciones, llegamos al departamento de airbnb, nuestro anfitrión era Piotr Tomaszewski, un joven que estudiaba farmacia, así que éramos medio colegas. El costo por una noche en el departamento era 70 euros. En Berlín todo es en Euros, el pasaje en tren del terminal al departamento costaba 2.70 cada uno.
Hoy ya es martes 20 de setiembre, Iván ahora si tiene 50 años, es su cumpleaños y estamos en Berlín¡¡¡.
El departamento es bonito, nos bañamos, preparamos algo en la cocina, y salimos a nuestro Free Walking Tour, fue Fernando nuestro guía, un joven español, que nos hizo vivir la historia, empezamos en la Puerta de Brandenburgo, visitamos lo que quedaba del muro de Berlín, la ciudad tiene marcado el trayecto del muro, no lo han borrado, el famoso Checkpoint Charlie, lugar por donde se podía pasar hacia el otro lado del muro, muchísima historia, hay muchísimos lugares que conocimos y que están repletos de historias, por toda la ciudad hay varios lugares donde venden souvenirs, uno debe tener cuidado, pues a diferencia de Cracovia, aquí si hay personas que venden cosas en la calle, como ambulantes y también hay cierto índice de delincuencia, por lo que uno debe ser precavido, claro que no se asemejan ni por asomo al tipo de problema que tenemos en Perú.
Visitamos unas tiendas donde vendían chocolate, y donde se podían apreciar esculturas de chocolate muy grandes, de muchísimas formas, barcos, aviones, la puerta de Brandenburgo, etc , muy bonitas y claro, muy ricas!.
Quizás Berlín es el lugar donde he visto las personas más altas, las bancas de los parques más largas, todo me parecía muy grande. Aquí las bicicletas son un medio de transporte muy común, por donde veas hay estacionamiento de bicicletas, hay montón de ciclistas, nuestro guía decía que un ciclista Alemán prefiere atropellarte a llegar tarde a su trabajo, así que, debíamos tener cuidado, era sorprendente ver el mar de ciclistas, muchos de ellos con ternos, chicas con vestidos, faldas, tacos, sin ningún problema, manejando su bici.
El día que llegamos y salimos de la estación del bus, eran como las 9 de la mañana, y sorprendía la cantidad de gente que caminaba por las calles, imagino en dirección a sus oficinas, parecían ejércitos inmensos de gente apurada, de rostro serio, con maletines, ternos y faldas y tacos, no provocaba preguntarles nada, pues parecía que volaban. Otra cosa curiosa, fue que cuando llegamos, para orientarnos mejor, buscamos un lugar donde comer algo, solo para poder usar el wifi del local, vimos un Dunkin’Donuts, pero cuando le preguntamos, no tenía señal de wifi, vimos otro local grande y bonito, entramos y pedimos algo, y cuando preguntamos, tampoco tenían señal de wifi, así que es mejor comprar datos que te permitan tener internet en tu celular, o descargar todo lo necesario antes de arribar al lugar nuevo, que fue lo que nosotros hicimos.
Caímos rendidos en la noche y al día siguiente, miércoles 21 de setiembre, seguimos paseando, comimos algunas cosas ricas, los precios son regulares, no tan baratos como en Cracovia, lo que comíamos siempre donde íbamos, eran helados, así que aquí una buena bola de helado, cuesta 1.50 euros.
Los chicos, mis hijos, nos decían que era bueno saber algunas palabras básicas, en este caso del alemán, así que repasamos la relación que nos enviaban antes de llegar a Berlín, la transcribo:
Hola: Hallo(jalo)
Chao
Buen día: Guter Tag
Hasta luego: Auf Wiedersehen (auf vidersen)
Gracias: Danke
Por favor/ De nada: Bitte (bite)
Perdón: Entschuldigung (enshuldigun)
Si: Ja (ya)
No: Nein (nain)
Y se pasó el día, nuevamente rumbo a la estación, omnibusbahnhof, pues a las 17:15, partimos a Praga.